Pequeños cambios recientes en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela pudieran señalar un "mayor grado de acercamiento" en 2023, aunque los expertos tienen reservas de que la meta de la administración del presidente Joe Biden de elecciones presidenciales "libres y justas" en el país caribeño en 2024 pueda lograrse.
La firma petrolera estadounidense Chevron asumió este mes las operaciones en una instalación de petróleo venezolana después que el Departamento del Tesoro otorgó una licencia limitada para que importe pequeñas cantidades de crudo venezolano a Estados Unidos.
El anuncio tuvo lugar mientras representantes del gobierno del presidente Nicolás Maduro, cuya presidencia no es reconocida por Washington, acordaron con líderes opositores la creación de un fondo humanitario.
El acuerdo permitirá que Naciones Unidas supervise el uso de fondos venezolanos congelados en el extranjero por las sanciones de EEUU, para pagar por ayuda humanitaria en Venezuela por un monto calculado en unos tres mil millones de dólares o más.
¿Principio de cambios?
Las licencias y la liberación de fondos para ayuda humanitaria representan apenas pequeñas fracturas en la muralla que se ha erigido entre Estados Unidos y Venezuela en las últimas décadas. Hay grandes obstáculos para cualquier acercamiento significativo, y cambios en el panorama político dentro del país y en Suramérica complican la situación.
Aun así, una creciente admisión de que ni las sanciones ni el apoyo internacional a un supuesto "gobierno interino" presidido por el opositor Juan Guaidó, han generado cambios para el pueblo de Venezuela, pudiera estar obligando a una reevaluación de las políticas existentes.
Otro factor de importancia es que la invasión de Rusia a Ucrania dislocó los mercados globales de energía y convirtió a las grandes reservas de crudo de Venezuela en un recurso enormemente atractivo para Estados Unidos y sus aliados en Europa.
"Aunque los funcionarios del Gobierno insisten en que la política de EEUU hacia Venezuela no ha cambiado, hemos visto cambios evidentes", dijo Diego Area, del Centro Adrienne Arsht para América Latina del Atlantic Council a la Voz de América (VOA).
"Yo creo que en 2023 veremos un mayor acercamiento entre Estados Unidos y Venezuela", afirmó.
Historia de conflicto
Las relaciones de Estados Unidos y Venezuela han sido tensas desde al menos 1999, cuando el expresidente Hugo Chávez asumió el poder e implantó reformas izquierdistas. Con Chávez y Maduro, quien lo suplantó cuando aquél murió en 2013, la oposición a Estados Unidos fue un elemento clave de su política exterior.
La relación empeoró el enero de 2019, cuando Maduro asumió un nuevo mandato tras unas elecciones "cuestionadas" internacionalmente. EEUU y decenas de países no lo reconocieron como presidente legítimo de Venezuela y apoyaron a Guaidó.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países han congelado activos de Venezuela en el exterior y restringido la capacidad del gobierno de Maduro de vender petróleo en los mercados internacionales.
Por otro lado, la economía venezolana se contrajo drásticamente y millones de venezolanos han caído en la pobreza o abandonado el país. No obstante, se ha registrado una incipiente recuperación en los últimos años.
Maduro, por su parte, ha mantenido el poder y hay razones para creer que su posición actual en la región es más fuerte que hace unos años.
Cambios en el liderazgo de varios países suramericanos han ayudado también a Maduro, en particular en Colombia y Brasil, donde gobiernos de derecha o centroderecha ahora se han inclinado hacia la izquierda.
"Eso dificulta las cosas para Estados Unidos, porque la meta de Maduro en 2023 es el reconocimiento", dijo a VOA Ryan Berg, director del Programa para las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Guaidó se ha debilitado
Guaidó no ha logrado materializar el reconocimiento internacional como el "líder legítimo" de Venezuela y acceder a algunos de los fondos congelados para lograr cambios significativos en el país, y hay señales de que el apoyo de otras figuras de la oposición está disminuyendo.
En comentarios al servicio de prensa McClatchy en octubre, un funcionario de la administración Biden dijo que "Estados Unidos continúa reconociendo a Juan Guaidó como el gobierno interino de Venezuela", pero añadió que "si la oposición venezolana decide dejar de respaldar al interinato, esa es su decisión".
La sdministración Biden excluyó a Venezuela de la Cumbre de las Américas de este año en Los Ángeles.
Límites de lo posible
En conjunto, todo luce como una receta para un posible cambio en Washington sobre la relación con Venezuela, pero no está claro cómo sería ese cambio.
"Parece que hay una considerable frustración por el hecho de que los esfuerzos políticos no han sido exitosos", expresó a VOA Patrick Duddy, quien fue embajador de Estados Unidos en Venezuela de 2007 a 2010.
Para Duddy, quizás sea la hora de reconocer que el objetivo de usar sanciones para presionar a Maduro a que permita elecciones que podría perder no es necesariamente realista.
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Noticia al Día
Con información de Voz de América